Una anécdota que no se puede quedar en el tintero, que ahora
resulta graciosa pero en su momento fue muy desagradable
Fue en el valle de Arán y durante la grabación de un
encantador pueblo llamado Arrós, entre en un patio que era de la comarca y estaba
al cargo una persona (que mejor es ver el reportaje y escuchar la música y lo entenderéis
todo), como me explicaron los vecinos del pueblo al salir pintando al ver a
este señor, (escuchar letras de las canciones de los reportajes fotográficos)
Es que los reporteros
nos encontramos de tooooo
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